La crisis de violencia en Perú ha sido un tema candente en la escena política, principalmente durante la gestión de Dina Boluarte. La violencia desmedida, junto con la inacción política, fueron factores determinantes en su destitución. Durante su mandato, el país experimentó un incremento significativo en el número de homicidios y extorsiones, una situación que alarmó tanto a ciudadanos como a expertos en seguridad. Este artículo examina las razones detrás de esta crisis, su impacto en la política peruana y los desafíos que enfrenta el nuevo liderazgo de José Jerí.
Violencia Perú: Un Análisis de las Cifras y sus Consecuencias
En 2025, el Perú sufrió un aumento alarmante de 161 homicidios en comparación con el mismo período de 2024, según datos del Sinadef. El problema de la extorsión también alcanzó cifras récord, con más del doble de denuncias respecto a 2018. Las pequeñas empresas y transportistas urbanos se convirtieron en los objetivos más visibles, con 75 denuncias diarias de extorsión y 180 conductores de transporte urbano asesinados en un solo año por negarse a pagar cupos.
Causas Profundas del Aumento de la Violencia
Varios factores contribuyeron al aumento de la violencia en Perú. El auge de la minería ilegal y su conexión con el crimen organizado fue uno de los aspectos más destacados. La renovación del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) fue vista por muchos como una muestra de complicidad gubernamental. Además, se identificaron fallos legislativos, con la aprobación de leyes que debilitaban la lucha contra el crimen organizado. Organizaciones criminales transnacionales como el Tren de Aragua y Comando Vermelho también encontraron terreno fértil en el país.
El Cambio de Liderazgo y las Promesas de una Nueva Era
El aumento de la violencia y la percepción de inacción llevaron al Congreso a destituir a Dina Boluarte. En su lugar, José Jerí asumió la presidencia con la promesa de iniciar una «guerra contra el crimen». Jerí se comprometió a fortalecer las instituciones de seguridad y a reformar las leyes para combatir eficazmente la criminalidad. Sin embargo, el reto es monumental, considerando el estado de emergencia declarado en zonas clave y la falta de resultados efectivos hasta ahora.
Impacto en la Seguridad Pública y las Fuerzas Policiales
La declaratoria de estado de emergencia en diversas regiones afectadas por la violencia no ha rendido los frutos esperados. La Policía Nacional del Perú enfrenta problemas de desgaste y, en muchos casos, de complicidad. La falta de recursos y la manipulación política han debilitado la capacidad operativa de las fuerzas policiales para enfrentar el crimen organizado de manera efectiva.
Reflexiones Finales: Los Desafíos del Nuevo Gobierno
El nuevo liderazgo de José Jerí enfrenta enormes desafíos. Los expertos, como Ricardo Valdés y César Bazán, señalan la necesidad de una renovación institucional profunda y la implementación de políticas más efectivas para combatir el crimen y la corrupción. El debilitamiento institucional previo ha dejado una carga pesada sobre los hombros del nuevo gobierno, que debe demostrar no solo voluntad, sino eficacia en la lucha contra la criminalidad.
La crisis de violencia en Perú es una advertencia a los líderes políticos sobre las peligrosas consecuencias de la inacción y la complicidad. La esperanza yace ahora en la capacidad de José Jerí y su administración para revertir esta tendencia y devolver al país la estabilidad y seguridad que sus ciudadanos anhelan.